Este mito relata la historia de Eco y Narciso. Eco era una ninfa que fue castigada por la esposa de Júpiter por ayudarlo, en cierta forma, a salirse con la suya en sus "aventuras" con otras mujeres; Juno sentenció a Eco a sólo poder repetir las últimas palabras que pronunciara la persona que hablara con ella. Eco se fue a una de las cuevas del bosque y una vez se encontró con Narciso, un joven de gran belleza. Eco quedó profundamente enamorada de él.
Eco confieza sus sentimientos a Narciso, no obstante, éste la rechaza y Eco se retira a su cueva, con el tiempo ella muere y solo queda atrás el sonido de su voz. Por eso existe el eco.
Cuando Narciso nació, el sabio Tiresias predijo que los espejos serían su perdición, por ello su mamá nunca lo dejó acercase a uno. Mas una diosa, al enterarse de lo mal que trató a la ninfa Eco, se enojó con él. La diosa hizo que Narciso sintiera una sed incontenible para que el joven viera su reflejo en el algua del lago, y así fue, en el preciso momento en el que Narciso vio su reflejo, él quedó total y perdidamente enamorado de sí mismo, tratando de besar su reflejo Narciso se ahogó en el agua del lago. A la orilla del lago, en el lugar donde estaba Narciso antes de ahogarse, comenzó a crecer una delicada y linda flor que recibió el nombre de narciso.
Jesús David Pinto Rosas, A01111367
José Lino Gaxiola Camacho, A01111421
Maricruz Castañeda Lafarga, A01111397
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